Las ondas de choque se producen normalmente en la naturaleza, como cuando un volcán hace erupción o un público aplaude dentro de un auditorio. Hace 15 años en Alemania se inventó un dispositivo de ondas de choque para deshacer desde afuera y sin cirugía las piedras en la vesícula biliar y en los riñones.

Hace 5 años los mismos alemanes inventaron equipos de ondas de choque para terapia física indicados en dolores articulares y sobre todo en inflamaciones crónicas de los tendones de los hombros, codos, rodillas y pies.

El efecto de las ondas de choque en los tejidos inflamados es el de pulverizar las colecciones líquidas de la inflamación y además de desinflamar, realinea las fibras que se desorientan cuando la inflamación es crónica.

En conclusión, las ondas de choque sirven para desinflamar los tendones y tejidos inflamados y son muy seguras, ya que el aparato, que es una computadora, está diseñado para el uso en rehabilitación y en forma automática programa la dosis para cada parte del cuerpo y cada tipo de tejido.